lunes, 17 de agosto de 2015

Reflexión crítica



La felicidad


Vivimos en una sociedad a la que sólo le importa conseguir sus objetivos de manera individual, es decir, ponen en práctica las éticas teológicas, sin embargo, hay que tener en cuenta que la felicidad no significa lo mismo para todos, cabe resaltar que hoy en día las prácticas morales ( normas de conducta son casi que obsoletas, puesto que, lo que antes era inmoral y causaba gran conmoción hoy ya no lo es, sino que por el contrario es algo normal. Un claro ejemplo de ello es la época electoral en donde ya no importan las propuestas, sino por el contrario los fines lucrativos de tipo individual

Sin embargo, el Utilitarismo que forma parte de la ética teológica,  tiene como principio que " La máxima felicidad posible para el mayor número posible de personas".De esta forma, la felicidad está en la búsqueda del placer, pero de forma colectivo, sin embargo, los gobernantes promulgan a gran voz ayudar a construir la felicidad de un pueblo, es decir poner en práctica el utilitarismo, pero contrario a ello buscan es su bienestar individual, a costa de la infelicidad o sufrimiento que esto pueda causarle a aquellos que depositaron su confianza en él.

Por otra parte, el filósofo Alemán Immanuel Kant, propone actuar de acuerdo con el deber, razón por lo cual fundamenta su estructura en la buena voluntad, la cual ya no existe, sino por el contrario se trata de lucrarse a costa de lo indebido a pesar de que se tenga la conciencia de lo que esta bien realmente (Ética Deontologica).

Ahora bien, nos encontramos inmersos en una sociedad desalmada y corrupta, donde la moral esta obsoleta, donde no se pone en práctica aquello que es tan importante los valores y principios que algún día, fueron parte de la esencia humana. En mi opinión, la esencia de cada ser humano es ser feliz y hacer feliz a los que están a su alrededor sin tener que infringir y adoptar conductas indebidas, nadie es quien para pasar por encima de alguien. Es decir, como ciudadanos que somos pertenecientes a un Estado sin importar la condición económica u oficio de desempeño debemos rescatar las normas mínimas de conducta que tanta falta le hacen a nuestra sociedad, entre ellas fomentar el diálogo desde nuestro hogar y arreglar las diferencias. (Ética dialógica).

Finalmente, se puede concluir que en esta sociedad sólo prima la moral en algunas personas, en la medida que, la vida humana tiene una finalidad, la búsqueda de la felicidad, pero que lastimosamente arremete en contra de quien le impida conseguir un beneficio individual, a pesar de la infelicidad que éste le pueda causar a otros.

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